
Patriarcha o El poder natural de los reyes, de Robert Filmer, publicado en 1680.
El título está basado en la idea de que, como dice el primer capítulo, los primeros reyes fueron los padres de familia.
Un tratado político basado en la Escritura, en otros autores que le convienen, y los que no, los refuta, tira también de filósofos paganos (los filósofos clásicos griegos).
Las bonitas escenas de la Biblia, aquellos buenos viejos tiempos:
“En la tierra de Canaán, que era un pequeño territorio, destruyó Josué treinta y un reinos, y casi al mismo tiempo Adonibsek había cortado las manos y los dedos de los pies a setenta reyes y se los había hecho comer debajo de su mesa.”
“César encontró más reyes en Francia que príncipes hay ahora, y en su navegación por estas islas [Inglaterra] encontró cuatro reyes en nuestro condado de Kent. Este cúmulo de reyes en cada nación prueba que sus territorios habían de ser muy pequeños y confirma plenamente nuestro aserto de que la erección de los reinos se produjo en un principio exclusivamente por la distinción de las familias.”
Un autor fervientemente monárquico, un defensor cerril de la monarquía, y para muestra, un botón:
“… en el caso de que la corona caduque por falta de un heredero: ¿Se devuelve entonces al pueblo? La respuesta es: Si no se encuentra el verdadero heredero será por negligencia o ignorancia del pueblo, porque un heredero siempre existe.”
“… el divino Platón considera que una república no es más que una gran familia. Reconozco que con este motivo tuvieron lugar algunas disensiones entre Aristóteles y su maestro … Sin duda, la historia de la creación, de Moisés, guió a estos dos filósofos …”
¡¿?!
“La ignorancia de la creación dio lugar a varios errores entre los filósofos paganos. Polibio, gran filósofo y juicioso historiador en lo demás, tropezó en esto … “
“En otro error incurrió Aristóteles, y fue el de creer que aquellos hombres que demostraban más inteligencia eran los llamados por la Naturaleza a gobernar, mientras que los que eran corporalmente fuertes debían obedecer y ser los servidores. Es ésta una regla obscura, peligrosa y poco sensata; porque si un hombre demostraba ser a la vez inteligente y fuerte, ¿qué haría Aristóteles con él?; por ser sabio no debía ser súbdito, y por ser fuerte no debía ser señor … “
“Charodas llamó a la familia homosypiói, es decir, los que comían juntos de un mismo cesto.”
“… Adán y los patriarcas tenían derecho de vida y muerte, de guerra y paz, y otros análogos, dentro de sus casas y familias … “
“La ley judicial de Moisés atribuía al padre pleno poder para lapidar al hijo desobediente, lo que había de hacerse en presencia de un magistrado, que no tenía, sin embargo, derecho a inquirir y examinar la justicia de la causa, y cuya presencia se había ordenado para evitar que el padre, en su furor, matase repentina o secretamente a su hijo.”
“En todos sus libros [de Aristóteles] encuentro poco recomendada la monarquía, sin duda porque le tocó vivir en tiempos en los que abundaban entre los griegos las repúblicas, siendo aquéllos demasiado conscientes para hacerlas sediciosas. En su Ética, sin embargo, llega a confesar paladinamente que la monarquía es la mejor forma de gobierno, y un estado popular, la peor. Y aunque en su Política no es tan expresivo, las exigencias de la verdad le llevan a afirmaciones que, lejos de disminuir, vienen a aumentar la dignidad de la monarquía; confiesa que es ésta la natural y más divina forma de gobierno, y que los mismos dioses viven bajo una monarquía. ¿Qué más puede decir un pagano?“

“… es antinatural que la multitud elija sus gobernantes, gobierne o participe en el gobierno … “
“… hasta los mejores reyes de Judea e Israel no esuvieron sometidos a ninguna ley, y en las materias más graves hacían lo que a su juicio era mejor.”
“… el rey debe ejercer el poder como el vicario o ministro de Dios; pero si el rey nuestro señor no puede entender en todas las causas, y para facilitar parte de su trabajo lo distribuye entre otras personas, debe escoger hombres sensatos, temerosos de Dios … “
“El prudente rey Eduardo I convocó siempre a su Parlamento a los más ilustres barones de las antiguas familias; pero después de su muerte omitió a los hijos, si no igualaban en inteligencia a sus padres. “