
El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde.
“–EL FANTASMA EXISTE, ME LO TEMO — dijo lord Canterville, sonriendo–, aunque quizá se resiste a las ofertas de los intrépidos empresarios de ustedes. Hace más de tres siglos que se le conoce. Data, con precisión, de mil quinientos setenta y cuatro, y no deja de mostrarse nunca cuando está a punto de ocurrir alguna defunción en la familia.
–¡Bah! Los médicos de cabecera hacen lo mismo, lord Canterville.”
p. 6-7