“AHORA LO QUE NECESITAS ES DORMIR –se dice–. Con el cuerpo cansado y la mente nublada por la fatiga, conseguirás que te maten. Tienes que pensar y actuar con perspicacia, de modo que lo que tienes que hacer ahora es meterte en cama y dormir. Es cuestión de voluntad: acabar con la paranoia, pensar racionalmente y convencerte de que aquí estás a salvo. Un aficionado se quedaría despierto toda la noche, se sobresaltaría con cualquier cosa e inventaría ruidos cuando no los hay.”
Ha dado caza a suficientes hombres como para saber que su propia cabeza puede ser su peor enemigo. Empiezan a ver cosas que no están allí y lo peor es que no ven las que están. Se preocupan y se preocupan y se muerden sus propias entrañas, hasta que, cuando finalmente los localizas, casi están agradecidos. A aquellas alturas, ya los han matado tantas veces en su cabeza que la realidad es un alivio.”
El invierno de Frankie Machine, p. 84.